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Adelgazar durante la lactancia

Con el embarazo de A engordé casi 28 kilos. Lo sé, es una barbaridad. Tenía muchos antojos, por otro lado la nena era grande (pesó 3.870 kg) y hacia el final ya no podía ni moverme. Entre que comía más y que era más sedentaria de lo normal (si me seguís sabéis que me gusta mantenerme activa) pues ya os podéis imaginar.

Cuando nació A sólo en el parto perdí 10 kg. Por un lado están los 4 kg de bebé, pero hay que tener en cuenta también el líquido amniótico, la placenta, la retención general de líquidos…

¡Pero ay amigxs! Aún me quedaban 18 y quería perderlos. No os hablo de estética porque en ese momento era lo que menos me importaba. Pero echaba en falta el sentirme ágil y verme más yo misma. Con el volumen que llevaba encima no me sentía cómoda en mi propio cuerpo.

Cuando A tenía una semana fuimos a la revisión del pediatra y fue en el ambulatorio donde vi que las enfermeras dan un servicio de nutrición y te ayudan a perder peso con dietas controladas. Decidí pedir hora y fue una gran decisión.

La enfermera que me tocó para empezar es un encanto de persona. Me hizo preguntas sobre mi alimentación, mi peso objetivo, estuvimos hablando de nutrición, etc. Acto seguido me dio la dieta que veréis a continuación. A lo largo de varios meses la estuve visitando cada tres semanas, encuentros en los que charlábamos de cómo iba la dieta y me pesaba. Al llegar a mi objetivo (en cuatro meses logré perder los 18 kilos) me felicitó y dejamos de vernos.

Primera idea: es un mito lo de que si das el pecho no puedes hacer dieta. Sí que se puede. Lo que no puedes hacer son dietas restrictivas (por ejemplo las que sólo comes proteínas o las que tienen prohibidos los hidratos de carbono).

Cuando estás cuidando de un bebé y alimentándolo con tu leche necesitas todos los nutrientes de los distintos grupos de alimentos. Además las dietas restrictivas suelen afectar en nuestro estado anímico, podemos sentirnos más irascibles, más cansados, etc. No es una buena idea llevarlas a cabo en el puerperio.

Segunda idea: comí de todo y en ningún momento pasé hambre. Como os digo es una dieta muy variada y nunca me quedé sin comer o con hambre.

Tercera idea: creo que en mi caso también fue clave que me mantengo muy activa. Cada día me paso horas de paseo, aunque sólo sea mirando escaparates, en el parque, a la biblioteca. Aprovecho para ir andando a todos lados o en transporte público (que quieras que no te obliga a moverte más que el coche). El cuerpo lo nota mucho, no sólo por peso, sino por salud.

Como a mí me fue tan bien, comparto la dieta con vosotros. Como veréis es básicamente comer muy saludable y equilibradamente. A mí me ayudó tener el papel con la dieta para usarlo como referencia y organizarme mejor las comidas.

También me fue genial tener controles en el ambulatorio porque así tienes una sensación de seguimiento, la enfermera me daba apoyo y charlábamos de hábitos alimenticios.

Os animo a llevar una alimentación saludable y a que en el caso de que queráis dar el pecho y estéis amamantando (o aunque no lo hagáis, tengáis un peque), os informéis de si en vuestra zona el ambulatorio ofrece este tipo de servicio. 

DIETA SALUDABLE PARA ADELGAZAR DURANTE LA LACTANCIA

DIARIAMENTE:

– 500 cc leche desnatada. De los cuales 250 cc se pueden cambiar por

           4 porciones de quesito light

           2 yogures desnatados

           40 gr de requesón o queso de burgos + 1 yogur desnatado

– 2 o 3 piezas de fruta al día (mejor por la mañana)

– 3 cucharadas soperas de aceite de oliva

– Beber mucha agua (entre uno y dos litros)

– Máximo 100 gramos de pan

PRIMEROS PLATOS DE COMIDA O CENA (a elegir entre)

– Un plato de verdura + 1 patata o 1 cebolla o 1 zanahoria (inciso: si cocinamos la zanahoria, cuenta como hidrato de carbono). De la verdura tanta como quieras, excepto las siguientes que máximo tomaremos:

       200 gr judía verde

       100 gr guisantes

       100 gr alcachofa

       200 gr calabaza

– 1 plato de arroz (50 gramos en crudo = 150 en cocido)

– 1 plato de pasta (50 gramos en crudo = 150 en cocido)

– 1 plato de legumbres (50 gramos en crudo = 120 en cocido)

– 1 plato de ensalada (lechuga, pimiento, tomate, cebolla y otros)

SEGUNDOS PLATOS DE COMIDA O CENA (a elegir entre)

– 100 gr carne

– 130 gr pescado blanco (2 veces por semana que sea azul)

– 1/4 de pollo sin piel

Podemos acompañarlo de una pequeña ensalada (4 hojas de lechuga, 2 rodajas de tomate, 2 tiras de pimiento)

OBSERVACIONES: 

Dos veces por semana cambiaremos:

– La patata, la cebolla o la zanahoria de la verdura por 2 cucharadas soperas de legumbres cocidas.

– La carne o el pescado por 2 claras + 1 yema (yo esto no lo hice)

Como veis es una dieta creo yo que muy razonable. Si tenía hambre entre horas, pues recurría a la fruta. Si os gustan las galletas, cuentan como cereal, pero me dijo la enfermera que sólo comiera las típicas galletas María y eso hice. Mejor si sólo bebéis agua y evitáis los refrescos, incluso los light. Si os aburre tomar siempre agua, yo particularmente tomé bastante cerveza SIN alcohol porque me va bien para la leche y dentro de lo que cabe es natural. También me gusta pedirme agua con gas con hielo y limón o el típico zumo de naranja natural (ahora en muchos sitios tienen exprimidora).

Seis meses y medio después he seguido adelgazando porque sigo alimentándome de manera saludable y me muevo muchísimo, añadiéndole los casi 8 kg de bebé que llevo a cuestas. 

Espero que os sirva.

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